Café freelance
Hace algunos meses me inscribí en una de las tantas páginas que existen para que te desarrolles como un "Freelance"; es decir, una persona que desde casa o desde cualquier lugar con conexión a internet, pueda vender sus servicios profesionales y recibir el pedido esté donde esté. Pues eso. Me inscribí en una. La inscripción fue sin mucha esperanza ni gran entusiasmo. Tenía varias razones para ello: diferenciarse entre todas las ofertas publicadas en la plataforma, iba a ser difícil si no obtenías algún aplicativo adicional que vendía la empresa que gestiona la plataforma; nunca me han gustado los lugares llenos de personas: éste era igual pero virtual; los costos que ofrecían por un servicio me parecían demasiados bajos -salvo que puedas jugar con los pasos para realizar el producto final, pero ello me da mal rollo-; a simple vista, un usuario comprador, podría marearse fácilmente ante la cantidad de opciones a elegir y si tú, vendedor, no te encuentras en los primero